Eongar
Dagobah Resident
La práctica de la impecabilidad es una tarea que requiere de una buena preparación, sin duda alguna. Estar en todo momento consciente de las acciones que se practican a lo largo del día puede llegar a ser agotador. Y no agota por el hecho de andar por la vida con sumo cuidado de no errar, ya que esa actitud ya de por sí es errónea; recordemos que errar es crecer. Es agotador porque ser consciente de lo que se hace requiere de un conocimiento amplio en el campo de la polaridad. Un ser humano puede vivir en una polaridad u otra sin apenas percatarse. Los juicios de valor o las suposiciones son un claro ejemplo.
En el chamanismo inca, por ejemplo, dos de los preceptos básicos en la forma de vivir del chamán son el no hacer juicios ni suposiciones. El individuo que juzga se juzga a sí mismo, crea una escala de valores que puede diferir de las escalas de otros, y eso puede provocar confrontaciones y malos entendidos. Las suposiciones, por otro lado, hacen divagar a las personas en el mundo de la imaginación, ya que al ver un hecho se imagina porqué es, que motivaciones lo provocan, etc. Y eso nos aleja de la realidad.
He observado que la mayoría de personas que practican estos preceptos trabajan tan sólo la polaridad negativa. Por ejemplo, no juzgar sería no insultar, no decidir qué es bueno y malo, no opinar- aunque algunos quieran creer que opinar no es juzgar-, etc. Y yo me pregunto, ¿acaso no es juzgar el decir que algo es fantástico, bueno y mejor? También entra en una escala de valores el decidir que es bueno y fantástico.
Igual ocurre con las suposiciones; suponer que una comida es muy rica por su olor o su aspecto sigue siendo una suposición, aunque esta sea positiva. No suponer no consiste solo en no mal pensar. ¿ Quién no se ha creado expectativas positivas sobre algo o alguien y después se ha desilusionado? Es una suposición positiva, y también nos puede afectar negativamente.
Resumiendo, las acciones emprendidas tienen su polaridad, y es de suma importancia ser consciente de cuando se cae en una u en otra.
FUERZA
En el chamanismo inca, por ejemplo, dos de los preceptos básicos en la forma de vivir del chamán son el no hacer juicios ni suposiciones. El individuo que juzga se juzga a sí mismo, crea una escala de valores que puede diferir de las escalas de otros, y eso puede provocar confrontaciones y malos entendidos. Las suposiciones, por otro lado, hacen divagar a las personas en el mundo de la imaginación, ya que al ver un hecho se imagina porqué es, que motivaciones lo provocan, etc. Y eso nos aleja de la realidad.
He observado que la mayoría de personas que practican estos preceptos trabajan tan sólo la polaridad negativa. Por ejemplo, no juzgar sería no insultar, no decidir qué es bueno y malo, no opinar- aunque algunos quieran creer que opinar no es juzgar-, etc. Y yo me pregunto, ¿acaso no es juzgar el decir que algo es fantástico, bueno y mejor? También entra en una escala de valores el decidir que es bueno y fantástico.
Igual ocurre con las suposiciones; suponer que una comida es muy rica por su olor o su aspecto sigue siendo una suposición, aunque esta sea positiva. No suponer no consiste solo en no mal pensar. ¿ Quién no se ha creado expectativas positivas sobre algo o alguien y después se ha desilusionado? Es una suposición positiva, y también nos puede afectar negativamente.
Resumiendo, las acciones emprendidas tienen su polaridad, y es de suma importancia ser consciente de cuando se cae en una u en otra.
FUERZA