Eongar
Dagobah Resident
Hola. Suelo utilizar un traductor para publicar post,pero según que cosas escribo pueden malinterpretarse cuado son traducidas, y este post quisiera que se entendiera perfectamente. ¿Alguien podría traducir este texto para poder pubicarlo y compartirlo? Muchas Gracias
este es el texto
No diré nada nuevo, pero sí puedo decir lo que siento y veo en mí y en las personas que me rodean, que, por subjetivo que sea, es un paso necesario para llegar a la objetividad.
Podemos leer y leer y leer, podemos saber la teoría de esto o lo otro, podemos parafrasear a aquel o aquella ... hacerlo está muy bien, hasta cierto punto. ¿Dónde está el límite entre el pensar por uno mismo y ser pensado por otros? Absorbo una información, y luego discierno sobre ella. ¿En base a qué? A los patrones adquiridos anteriormente, a la experiencia vivida, etc. ¿Cómo sé que estoy en lo cierto, si es que existe tal certeza buscada?
Somos autómatas. Adquirimos unas habilidades físicas y mentales que nos configuran y el resultado es lo que somos. Además el humano reacciona y vive condicionado por el exterior, es decir, que según los impulsos externos actúa de una manera u otra. Por decirlo de una manera, no es “dueño” de sí mismo, no tiene auténtico control sobre la situación, simplemente reacciona ante lo externo según lo aprendido por la experiencia, lo inculcado por la familia, la sociedad, los profesores y todo aquello que configura nuestra vida directa o indirectamente.
Trabajo que considero importante: El darme cuenta de los programas que me configuran, sabiendo en todo momento qué me ocurre y por qué razón me ocurre. Es decir, no saber cómo soy, si no saber por qué soy como soy. Y con un trabajo constante voy desestructurando programas que no me pertenecían realmente, que eran patrones de otros. Claro que, realmente, ¿quién me dice que el hacer esto no es un programa más? La lectura y las técnicas que conozco para trabajar son una herramienta necesaria para ello, y hago lo posible para no ser pensado por otros aunque lo que adquiera sea de gran valía: en todo caso yo tengo la última palabra.
Puedo seguir mis intuiciones creyendo que eso es lo correcto. ¿Y si ésas intuiciones son también programas? He de reconocer que en ocasiones doy vueltas a este tema, aunque sé que no es la solución acertada para continuar; por ello no freno en mi empeño de continuar mi camino, y aun con dudas, sigo. Evito los intelectualismos, ya que he podido comprobar que las personas excesivamente intelectuales son como ordenadores con una serie de programas instalados (valga la redundancia) que parafrasean y “creen” que opinan por su cuenta, cosa que no es cierta en la mayoría de los casos. Además es evidente que el lenguaje no es precisamente la mejor vía para transmitir ciertos conocimientos y se queda obsoleto en muchas ocasiones. Diciendo esto me refiero a que se puede tener mucha teoría, pero si no se llega a la práctica, al sentir, toda teoría y conocimiento es inútil, sirve tan sólo para hablar de algo que no se ha vivido y que posiblemente no pertenece a quien lo cuenta.
Por otro lado, también se ha de ser consciente cuando se “siente”; también hay que discernir sobre ello, y para conseguirlo es necesario estar informado.
Entonces: No me creo nada al 100%, e intento mantenerme equilibrado en las cuestiones que he tratado más arriba; camino para alcanzar un objetivo que ahora desconozco, y es muy divertido!!!
este es el texto
No diré nada nuevo, pero sí puedo decir lo que siento y veo en mí y en las personas que me rodean, que, por subjetivo que sea, es un paso necesario para llegar a la objetividad.
Podemos leer y leer y leer, podemos saber la teoría de esto o lo otro, podemos parafrasear a aquel o aquella ... hacerlo está muy bien, hasta cierto punto. ¿Dónde está el límite entre el pensar por uno mismo y ser pensado por otros? Absorbo una información, y luego discierno sobre ella. ¿En base a qué? A los patrones adquiridos anteriormente, a la experiencia vivida, etc. ¿Cómo sé que estoy en lo cierto, si es que existe tal certeza buscada?
Somos autómatas. Adquirimos unas habilidades físicas y mentales que nos configuran y el resultado es lo que somos. Además el humano reacciona y vive condicionado por el exterior, es decir, que según los impulsos externos actúa de una manera u otra. Por decirlo de una manera, no es “dueño” de sí mismo, no tiene auténtico control sobre la situación, simplemente reacciona ante lo externo según lo aprendido por la experiencia, lo inculcado por la familia, la sociedad, los profesores y todo aquello que configura nuestra vida directa o indirectamente.
Trabajo que considero importante: El darme cuenta de los programas que me configuran, sabiendo en todo momento qué me ocurre y por qué razón me ocurre. Es decir, no saber cómo soy, si no saber por qué soy como soy. Y con un trabajo constante voy desestructurando programas que no me pertenecían realmente, que eran patrones de otros. Claro que, realmente, ¿quién me dice que el hacer esto no es un programa más? La lectura y las técnicas que conozco para trabajar son una herramienta necesaria para ello, y hago lo posible para no ser pensado por otros aunque lo que adquiera sea de gran valía: en todo caso yo tengo la última palabra.
Puedo seguir mis intuiciones creyendo que eso es lo correcto. ¿Y si ésas intuiciones son también programas? He de reconocer que en ocasiones doy vueltas a este tema, aunque sé que no es la solución acertada para continuar; por ello no freno en mi empeño de continuar mi camino, y aun con dudas, sigo. Evito los intelectualismos, ya que he podido comprobar que las personas excesivamente intelectuales son como ordenadores con una serie de programas instalados (valga la redundancia) que parafrasean y “creen” que opinan por su cuenta, cosa que no es cierta en la mayoría de los casos. Además es evidente que el lenguaje no es precisamente la mejor vía para transmitir ciertos conocimientos y se queda obsoleto en muchas ocasiones. Diciendo esto me refiero a que se puede tener mucha teoría, pero si no se llega a la práctica, al sentir, toda teoría y conocimiento es inútil, sirve tan sólo para hablar de algo que no se ha vivido y que posiblemente no pertenece a quien lo cuenta.
Por otro lado, también se ha de ser consciente cuando se “siente”; también hay que discernir sobre ello, y para conseguirlo es necesario estar informado.
Entonces: No me creo nada al 100%, e intento mantenerme equilibrado en las cuestiones que he tratado más arriba; camino para alcanzar un objetivo que ahora desconozco, y es muy divertido!!!